2 Doña Daniela
Doña Daniela nos pidió no grabar su imagen. Entonces, grabamos su voz y tomamos fotos de las plantas medicinales que nos estaba mostrando. Cuando le preguntamos por qué, nos dijo que el sacerdote local y la hermandad religiosa le negarían la comunión si supieran que ella estaba practicando activamente su trabajo de sanación. Pero estaba orgullosa de su jardín, donde cultiva más de 35 plantas medicinales. Es una yerbera especializada en la preparación de botellas (extracciones de plantas). Vive en una comunidad pequeña y conservadora en una región montañosa de la República Dominicana. Su esposo murió, pero ella continúa viviendo en su casa, criando a sus nietos y sobreviviendo con su trabajo de curación y las pequeñas cantidades de dinero que su hijo puede traerle a través de su trabajo informal. Los principales problemas que enfrenta Daniela en su comunidad están relacionados con la salud sexual y reproductiva, en particular entre las muchas mujeres que se dedican al trabajo sexual en otras ciudades y que llegan a su hogar en busca de remedios para dolencias como la sífilis y la gonorrea.
Rezando la medicina
Las plantas y la sanación
Daniela
Yo sané un señora, mire [ininteligible], entregar ese [ininteligible]… entonces yo le estaba poniendo asunto a eso, yo no le pongo asunto, yo estoy en mi [ininteligible], enteramente, pero si él me manda una persona que yo creo que se va a morir, yo busco una raíz desa, le preparo una ‘botella’, se salvó, se salvó y sino, ya sabe que solo Dios se lo puede quitar. Nada. Conmigo nadie puede. Aquí en la tierra no. Bueno, yo se la preparo y ese señor viene, se estaba muriendo y era… era carretero… y sino, yo creo que hasta se hubiera desbaratado… Tráiganme esto y esto, porque yo, para que note quiera que yo vaya, y le hice una nota. El muchacho me dice: “no le haga nota a nadie, porque así saben, aprenden y después no te buscan”, digo: no, eso no me importa, a mí no me importa [ininteligible] y vaya y compre esto en la farmacia, porque también llevan cosas de farmacia, llevan cosas de farmacia también, y llegó, trajo pan y vino, y yo: “búsqueme otra cosa” y llevé pan y le preparé una botellita pequeña sin azúcar y sin […] y yo tengo ahorita que […], y vuelve a buscar la […] y ya yo la tenía […] . Cuando se la bebió me dijo: “como que me estoy sintiendo como que las cosas, como que se me estaban […], porque ayer […]”, le digo: “Ah bueno, tenga la otra y no me coman nada que […], nada que le haga daño”. Llegó y se bebió su ‘botella’. Como a la semana volvió a la casa. “Tenga mil pesos, hágame otro”, y el hombre se salvó y la mujer que tenía, vivía con él y […] y ella recogía la mitad de la botella’ y se la bebía y ella se curó pero a la hora está enferma otra vez, está malita con los tubérculos, y le digo: “tú no”, pero es difícil, porque es tuberculosis del pulmón y a veces se tiene que ir a un médico.
El hijo de Daniela
Pero se curan.
Daniela
Pero se curan con botellas si usted lleva su regla.
Hijo de Daniela
Y con medicamentos también.
Daniela
Y [si] no hace desaciertos, no se moja con agua de lluvia, no se lava con jabón de olor, no se pone perfume ni cosas así para usted. Y si fuma, deja de fumar. Entonces se cura. [Aquí está la hoja que llamamos] Acetaminofén. A los niños, cuando tienen gripe y fiebre, está [la yerba que llamamos] Diclofenac, esta también sirve para la fiebre, mire, y esa es buena para los baños, para las fuentes […], y sirve para medicinal […], pues me dio eso. Ese médico dice todas las cosas.
Ana-Maurine Lara
¿Ésta?
Daniela
Y la libertad también. Esa era una mata linda de verdad, eso tenía… uh, uh… una corona como una casa esa. Esa es alquitira. Esa, vino un señor de Puerto Rico y una señora que estaban allá, en la cooperativa, que es a donde uno va allá, y vinieron y le echaron fotos de esas dos matas y se las llevaron para afuera, y después vino y me trajo el retrato de esa mata, y luego se la volvió a llevar [ininteligible], pero en una cosa vino y me dijo: “Mire doña, esto sirve. Usted la tiene ahí y no sabe para qué”, y yo espero que me dijera y le digo: “no, la tengo ahí sembrá, porque todo se siembra y nadie sabe lo que hay en ese sitio”. Me dice: “eso, eso es curativo y eso se lo comen con carne y con huevo”.
Ana-Maurine Lara
¿Ah, sí?
Daniela
Le dije “bueno, no sé”. Cuando él acabó yo le dije: “Ah, precisamente, mire, eso sirve para quien sufre de […], eso sirve para la limpieza del hombre de los riñones, de los de de la próstata y para la mujer, y esto se come y esto sirve para todos los dolores que usted tenga en el cuerpo y para desbaratar piedrecitas, usted lo sabe.” Le digo: “Ah, pero usted sabe eso, pero por eso la tiene sembrá”. Ella tiene todo enredado ahí, usted, oye. Esta se llama salvia.
Ana-Maurine Lara
¿Salvia?
Daniela
Sí. Eso usted se pasma y hacen un uso de eso, se usa en un baño o le ponen plantilla inmediatamente intenta usarla.
Hijo de Daniela
Y sirve también para los dientes y…
Daniela
Sirve para los dientes exactamente eso…
Hijo de Daniela
Para la garganta.
Daniela
Para la garganta también, quien sufre de amigdalitis [voces se superponen].
Hijo de Daniela
También.
Daniela
Y si tú estás ronco porque a veces uno coge un aire y coge la hojita deso y se la riegue.
Ana-Maurine Lara
¿Y eso se lo toma como un jarabe?
Daniela
Como un jarabe.