6 Miledy y Amelia

Miledy y Amelia

Bailando al ritmo de los tambores batá en Casa del Caribe, Santiago de Cuba, Alaí conoció a Milady. Milady coordina la Fiesta del Caribe, de renombre internacional en Cuba cada mes de julio. Cuando se enteró del Proyecto de Mujeres Sanadores del Caribe, inmediatamente ofreció una entrevista junto con su tía Amelia. Poco sabía Alaí que veinticuatro horas después estaría subiendo en moto a una de las cofradías más antiguas de los esclavizados y libres de color de Santiago de Cuba, donde está la casa de Amelia. Milady y Amelia y tres generaciones de su familia, son sacerdotisas de Regla de Ocha, además de tener iniciaciones en Regla Conga. Como mayores, compartieron cómo la práctica de la Regla de Ocha llegó a Santiago de Cuba desde La Habana, cómo se curan a través de la tradición orisha y la Regla Conga, y el papel significativo de la mujer en esas prácticas de sanación.

Quote Ceremonia

Me llamo Amelia [inaudible] Moya-Constantino, omo Yemayá Oggún. Mi abuela, la primera santera de Santiago de Cuba, fue [inaudible]. Mi madre empezó cogiendo Cofa, Orula le dijo: “Para casarte, primero tienes que casarte con Yemayá. Le corona Yemayá en el año 1950. Donde Yemayá le dice, que ella va a tener tres hijas. Si no le hacían Ocha, se iban a morir. Nace la primera, a los dos años se murió. Cuando vuelve, viene, nace mi hermana, y dice mi mamá: “Ya no se me puede más morir una hija.” Le hacen el santo, Santa Bárbara Bendita, Changó, a los cuatro meses. A mí me hacen el santo, porque nazco yo, y dice mi mamá: “El día de mi cumpleaños le voy a hacer el santo a mi hija, para que sea nosotras dos juntas.” Y así mismo fue. El 14 de agosto nos la hizo el santo, coronamos mi padrino, Echutlun, él es omo Elegguá, proviene de la rama de Aurora la Mar, las […] que vivían en Regla eran su abuela y su madrina, era Baba Funque, que Obatalá tenía que vivía… en la parte del cerro de allá de La Habana. Así que nosotros somos de la rama de Aurora la Mar, que es lo que nos queda ahora, los niños, los nietos. Pero que ya los nietos, ya tienen Cofa, mano de Orula. El que no tiene Olokun, tiene San Lázaro. Como una, como que marca Orula en lo que es un orisha, ya ellos lo tienen marcado y lo tienen hasta que esté en el poder de cada cual de hacerle lo santo. Por eso te digo, que ya ellos saben, y tú le preguntas: “¿Cómo se llaman en Orula?”, te dicen tu nombre, todo. La más chiquita, tres años, te dice que tú eres: “Yo soy hija de Oshun, tal y tal y tal”. Tan así es, que la tradición viene así de generación a generación. Que es solo lo que queremos que se mantenga en esta casa. Mira que todo el mundo viene donde estamos nosotros. Tú lo pudiste vivir hoy. Hay personas que eso no le gusta, y le molesta si esta religión es de negro. Porque esta religión la trajeron los negros africanos cuando vinieron a las Américas. Que no fue solamente Cuba, fue en Colombia, República Dominicana, el Sur de los Estados Unidos, Brasil, el Sur de Paraguay. Porque hay Candombe y Candomble. Se introdujeron a los negros para trabajar, porque ya se había acabado con los indios. ¿Que sucedió? Los españoles eran católicos. El catolicismo, como decía mi tía, siempre fue de los blancos. Pero, ellos obligaban a los negros a bautizarse. Obligaban a los negros a creer en la religión católica. ¿Cuál fue la sorpresa de los negros cuando ya deciden ir a la iglesia católica? Basta del maltrato, de pasar hambre. Que se empieza hablar del Santo Niño de Atocha, se empieza hablar de San Antonio de Padua. Y ellos se quedan así, dicen: “Pero si están hablando del Elegguá,” porque ellos ya venían con su santo hecho. Están hablando de Changó, de Santa Bárbara Bendita. Pero la misma historia de Changó es yoruba: el más temido del panteón, el más mujeriego, el más terrible, el que más le gusta el tambor. Entonces, es cuando viene el sincretismo religioso. Y es allí, cuando incluso el blanco empieza a creer en nuestra religión. Porque, sabe que venía la bancarrota, venían estas cosas, no eran hombres de estudio. No eran hombres que conocían. Entonces, aquellos negros, una parte por el temor y unos ya no tenían familia, no tenían a nadie, ¿adónde iban a ir, aunque le dieran la libertad? Y el blanco en pago le daba la libertad. Y ellos le decían: “Señor, yo no me puedo ir de aquí. ¿Dónde yo voy a ir, si no tengo dónde ir?”. Entonces, aquel blanco, riquezas… Claro, aquellos eran negros pobres, no tenían conocimiento, no tenían estudio, no tenían nada. Y ahora nosotros, que creemos en esta religión, creemos en mucho, creemos porque hemos tenido pruebas. No creemos en ella ni para vestir mejor, ni para comer mejor, no, no, no. Yo creo en la Caridad del Cobre porque me ha dado estabilidad. Porque lo que me ha dicho, he tenido que correr, porque si no, me pasa. Pero después me salva. Entonces, cuando tengo un dolor, cuando tengo un problema, es cuando más me apego a ella. Porque me da mucha fuerza.

Quote Tradición

Milady

Yo ni me sé mi par, ni mi tía tampoco, pero por eso tenemos a Oggún de papá, para que él sea el que se encargue de esas cosas [voces se superponen] que hacen las demás personas, y así mi niña, eh, la vida va pasando, el tiempo va pasando y vamos creyendo más, vamos cogiendo poderes, porque los poderes son los que te van apuntalando, ¿me entiendes? Te van dando fuerza, te dan porque el santo solo no puede, te mandan salud, eh, la misma estabilidad laboral, amorosa, la solidaridad, a veces la unión familiar, todas estas cosas, uno se va apuntalando, entonces, va sentando base y le va dando continuidad a lo que empezaron nuestros ancestros, y ayudamos a los aislados, ayudamos a las amistades, no por ningún interés, porque a veces no te lo agradecen, pero te lo agradece tu ángel de la guarda, y entonces, eh, el dolor que tú me causaste, es la alegría que encuentro en ella, eh, y jamás maldecir a nadie, y todo esto que nosotros tenemos es para el bien, nunca para el mal. Cuando te hagan mal, siéntate y habla con tu ángel de la guarda, siéntate y conversa con los poderes que tienes, que sean ellos los que se encarguen de resolver la situación, porque no hacen nada por hacer mal. A veces, las cosas, porque a veces tú no tienes razón y crees que tú la tienes, y quieres hacer el daño, entonces, como Olofi está mirando todo dice: “¿Pero por qué tú quieres hacerlo?”. Él, él es el que todo lo ayuda, entonces, ¿por qué lo quieres hacer? Entonces, lo que te cae es la caja de Pandora, dices: “¿Pero por qué? ¿Qué pasó?”

Amelia

[…] a la hora de fa […].

Milady

Se, lo que lo rayó un hombre, tú con palero ahora  […].

Amelia

Ahora se mudan en la cazuela [voces se superponen] de nosotros […].

Milady

Pero que te quede claro, que cuando hablo que matarle un gallo, nosotros sólo hemos matado… Por el otro lado, si hay que correr, hay que hacerlo, ¿entiende? Ajá… No puedes verme [ininteligible].

Amelia

Ya tú sabe.

Milady

Claro, claro.

Amelia

Pero, eh, cuando [lo] que es trabajar funciona como tal es un tata, un padre, pero […].

Milady

Que está facultado… Pero tú me tienes todo preparado y en el coco, que cuando se da el coco, la mujer se mira [voces se superponen], porque no puede ver para fuera [ininteligible], pero nosotros sí damos chamalongo y lo juntamos y vamos para allá.

Alaí Reyes-Santos

¡Camina, camina!

Milady

Coco, camina. ¡Vamos, campeón, que hay que resolverlo!

Alaí Reyes-Santos

¡Ay Dios!

Milady

Yo le tengo mucha fe. ¡Cómo no!

Alaí Reyes-Santos

Y sí.

Amelia

La primera prenda que él dio fue a mi Mafé, dado que fueron dos. Yo tenía quince años.

Alaí Reyes-Santos

Jovencita.

Amelia

Porque yo tenía que tener esa prenda de chiquita, y a mi mamá le daba miedo que yo tuviese esa prenda.

Milady

Con tan buenos muertos, que tenía mucho…

Amelia

Y le daba miedo ya. Cuando ya dijo el santo “No, tú tienes que tener…”, a los quince años yo los recibí.

 

License

Conocimientos Ancestrales Copyright © by Alaí Reyes-Santos and Ana-Maurine Lara. All Rights Reserved.

Share This Book